El siguiente es el texto general de las intervenciones del Sr. Goenka en uno de los paneles del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Enero, 2000 acerca de cómo la práctica de un tradición puede trascender el dogmatismo y los elementos culturales y manifestar la esencia de la religión:
Es bueno que nos hayamos reunido hoy a discutir los múltiples aspectos de la religión. No esta religión o la otra, sino la religión como tal.
Existen dos aspectos de importancia en la religión, uno de los cuales es el corazón de la religión: la quintaesencia de la religión la cual es de mayor importancia. Esta es vivir moral que esté llena de amor, compasión, buena voluntad y tolerancia.
Cada religión predica, en su esencia, moralidad. Este es el mayor común denominador de todas las religiones.
Una vida moral es una vida en la que uno se abstiene de todas las acciones, físicas o verbales, que perturben la paz y armonía de otros seres. Una vida moral siempre está libre de negatividades como la ira, el odio, la mala voluntad y la animosidad.
La vida moral, la verdadera vida religiosa, es aquella en la que uno vive en paz y armonía con uno mismo y genera nada que no sea paz y armonía para otros.
La verdadera vida religiosa es un "arte de vivir", un código de conducta moral y una vida feliz, armoniosa, saludable y beneficiosa. La verdadera vida religiosa siempre es buena par auno mismo, para los otros y para la sociedad entera.
Una persona verdaderamente religiosa es una persona pía, una persona que lleva una vida moral, una persona de una mente controlada y disciplinada. Es una persona de un corazón puro que siempre está lleno de amor y compasión. Una persona verdaderamente religiosa es una joya invaluable para la sociedad humana. Tal persona puede ser de cualquier pais, comunidad, color o sexo. Puede ser rica o pobre, educada o sin educación. Cada ser humano es capaz de convertirse en una persona verdaderamente religiosa.
Vivir una vida de moralidad con una mente controlada y disciplinada y un corazón lleno de amor y compasión no es el monopolio de ninguna religión en particular. Es para todos. Trasciende todas las barreras sectarias. Siempre es no-sectaria. Siempre es universal. Siempre es genérica.
Si las personas practican la quintaesencia de la religión, no habría razón para ningún tipo de conflicto o confrontación entre las personas del mundo independientemente de sus religiones. Todos en la sociedad pueden disfrutar de paz, armonía y felicidad verdaderas al observar la quintaesencia de la religión.
Pero también existe otro aspecto de la religión: la capa externa. Esta involucra ritos, rituales, ceremonias, etc., las cuales tienen la alta probabilidad de transformarse en cultos diferentes. Cada uno tiene sus propias creencias mitológicas y filosóficas, cada una de las cuales tiene la probabilidad de transformarse en dogmas, fe ciega y creencias ciegas.
En contraste a este núcleo interno y uniforme de la moralidad, existe una capa externa que expresa una gran diversidad. Toda religión organizada tiene sus propios ritos, rituales, ceremoniias, creencias y dogmas. Los seguidores de cada religión organizada suelen desarrollar cantidades enormes de apego a sus propios ritos, rituales, fe y dogmas como su único medio de salvación. Es posible que tales personas equivocadas no tengan ni siquiera un poco de moralidad, amor, compasión y buena voluntad hacia otros, y, aún así, permanecen bajo la impresión de que son personas religiosas debido a que realizan este o el otro rito o ritual o porque tienen fe en este creencia en particular. En realidad se están engañando a sí mismos y están perdiendo el néctar que es la práctica de la verdadera esencia de la religión.
Y luego está lo que es la peor parte de esta capa externa.
Las personas que poseen este fuerte apego a su propia fe tienen la firme creencia de que los seguidores de todas las otras religiones organizadas son herejes y, por ende, nunca podrán degustar la salvación. Están completamente convencidos que convertir a otros a su propia religión es una acción meritoria y, por ende, deciden aplicar varios métodos coercitivos para lograrlo.
Es probable que tal fe ciega entre los seguidores de las diferentes religiones organizadas se convierta en fundamentalismo fanático que lleva a controversias, contradicciones, confrontaciones violentas e incluso guerras y derramamiento de sangre, lo cual resulta en cantidades tremendas de miseria para la sociedad humana que destruyen toda su paz y armonía. Todo esto se realiza en nombre de la religión. Que gran infortunio para la humanidad.
Cuando las capas externas de la religión se vuelven tan predominantes, el núcleo interno, que es el importante, se pierde.
A veces las personas sienten que no puede existir una religión sin la dura capa externa, sin importar que tan indeseable sea. Sin embargo, se realizaron experimentos existosos en el pasado y en el presente en los que el 100 por ciento de la importancia se daba a este núcleo intento de la moralidad y se ignoraba la capa externa por ser totalmente irrelevante. Existe un método que adopta esta práctica exitosamente: la meditación Vipassana.